viernes, 30 de mayo de 2025

Rio Negro - Gavidea

 



 

Tenía muchos años que no tenía una situación tan atípica en mis viajes, una planificación de tres meses, busqué viejos recorridos realizados a la zona que quería visitar y así poder guiar al grupo de amigos en su primer viaje a los páramos en modo camping.

Mi intención era hacer el recorrido desde el estado Trujillo, Río Negro, a una altura de buena aclimatación para el grupo y así ir ascendiendo a mayor altura y terminar en la zona de Los Paramos de Mucuchies en Mérida.

El primer día de recorrido fue genial, todos contentos y el lugar un espectáculo, pero al comenzar el segundo día de recorrido me di cuenta de un error de novato que cometí, todos los cálculos de distancias estaban perfectos, pero el tiempo de recorrido errado, no modifique los parámetros de velocidad de los programas de navegación y todo estaba calculado a una velocidad promedio de 100km/h, la realidad es que en la zona montañosa nunca superas los 40km/h como máximo, y si vas en trilla nunca superas los 15km/h, un error fatal y más con tantos años viajando y ya con experiencia en esos recorridos en los páramos, me confíe totalmente en la tecnología y fallé.














Al reunir al equipo y explicarle la situación decidimos apretar los horarios y así rendir el tiempo, pero aquí entro en el juego el pronóstico del clima en la zona.

En esta ocasión viaje con un Starlink y realmente disfrutaba mucho hacer los recorridos en tiempo real sobre imágenes satelitales, ver todo lo que tienes a tu alrededor es una gran ventaja, pero también tenía acceso a información meteorológica y quedé impactado al ver que en todos los app que uso me indicaban 100% de pronóstico de lluvia durante gran parte del día, y no solo un día, sino durante tres días consecutivos.

El segundo día de recorrido la intención era acampar en las Tetas de Niquitao, empezamos el ascenso muy tarde, una falla en un vehículo nos hizo parar un buen rato, y para complicar la situación los locales nos informaron que había un gran grupo de rústicos en la zona de camping, una rumba de altura en el lugar.


Decidimos quedarnos en un potrero que nos prestaron unos amables locales, y así empezar a primera hora de la mañana el ascenso, esa noche empezó a hacerse realidad el pronóstico de lluvia.





Muy diferente es que llueva a 300 msnm a que llueva a 2800 msnm, cuando la lluvia cede un poco es que se puede recoger campamento y comer algo rápido, los locales que pasaban en motos nos indicaron que la trilla se había complicado y que había gente tratando de bajar del alto, así que decidimos bajar y tomar un nuevo rumbo hacia Mérida.

Yo aún empeñado en llegar a los altos iba dispuesto a subir como sea, tenía dos campamentos planificados a 3500 msnm, en la zona de Piñango o Las Teas, pero lo lento del recorrido y el mal clima no dejaron avanzar mucho y nuevamente nos tocó acampar en un potrero prestado, me puse como hora máxima 5pm para ya estar armando campamento, no iba a hacer la maldad de obligar al grupo a armar campamento de noche y con frío en los paramos.

La tercera noche fue la mas dura, desde nuestra ubicación podíamos ver la zona de Collado del Cóndor, toda la noche de relámpagos y lluvia, también podíamos ver la zona de Santo Domingo con igual condiciones, nosotros estábamos privilegiados en las montañas de Jajo con llovizna, pero después de la media noche se desató un diluvio total de 12 horas.

Al día siguiente recogimos todo el equipo ya totalmente inundado, las carpas ya dieron su máxima capacidad, no podíamos hacer otro camping a más altura, decidimos ir a un refugio muy recomendado en la zona de Gavidea.





Yo nunca he tenido el privilegio de estar en una nevada en Mérida, y al ver que el pronóstico lo anunciaba tenía cierta alegría de llegar a la zona, al empezar a subir al Collado veía algunos vehículos con los muñecos de nieve en el capot y me dije, bueno por lo menos vamos a ver la nieve.

Mi sorpresa fue máxima, al llegar a Pico El Águila era todo un caos, yo quería ir hacia una zona menos comercial para disfrutar con el grupo de la nieve, pero fue imposible, no era viable estar metido en una tranca total de vehículos, autobuses, motos, gran escándalo de música por todos lados, algo denigrante, la gente se pone como loca, la empatía hacia otro turista no existe, el que le dió la gana de trancar la vía porque va a jugar con la nieve no le importa nada.

Decidimos continuar el recorrido hacia Gavidea y tener un merecido descanso de tanta rueda, lluvia y frío.

Tengan por seguro que volveré y seguramente el clima será mas benevolente con los que nos gusta el buen estilo de viajes Overland.










Después del desagradable encuentro en Pico El Águila, rodeados de la locura de algunos desadaptados, continuamos nuestro descenso. Decidimos hacer una rápida visita al refugio del Cóndor, y lo que encontramos allí nos sorprendió profundamente: ese lugar era la meta de un maratón de alta montaña. Sin embargo, el ambiente era tenso y sombrío. La preocupación se podía sentir en el aire, ya que varios participantes se habían extraviado en la montaña. La furia del mal clima y la nevada obligaron a suspender el maratón. La crecida de un río hizo retroceder a la mayoría, pero los más osados decidieron cruzarlo, desafiando las bajas temperaturas y la intensa nevada. 

Lamentablemente, uno de los participantes perdió la vida en esta lucha contra la naturaleza; una tragedia que nos recordó lo frágil que puede ser la vida en estas alturas. Otros lograron llegar a zonas seguras. Al final de la tarde, finalmente arribamos al Refugio Mitanti, ubicado en la carretera que une Mucuchíes y Gavideia. Era un refugio cálido y acogedor; realmente necesitábamos ese descanso reparador para recobrar fuerzas antes del regreso a Caracas al día siguiente. En este viaje, no logré cumplir con mi objetivo anhelado: hacer que mis compañeros vivieran la experiencia transformadora de los campamentos de alta montaña. Mis palabras pueden transmitir una sensación de fracaso; sin embargo, los años viajando me han enseñado que hay que adaptarse a lo que sucede. La naturaleza es un espectáculo majestuoso  pero también implacable; no perdona errores. Es vital ser perseverante y aprender a leer los mensajes que nos envía. El grupo estaba bien preparado y contaba con el equipo adecuado para alta montaña; sin embargo, cuando se enfrenta a lluvia y nieve, todo cambia drásticamente. A pesar de los desafíos, agradezco profundamente cada momento vivido. Mis compañeros pudieron descubrir lugares que jamás imaginaron y yo vislumbré nuevos recorridos llenos de promesas en esta zona. Simplemente volveremos, porque el llamado de las montañas es irresistible.

Fotos y Drone

@odontobeli

@vzlaportierra

@luisbalice

Agradecimiento al equipo que siempre me acompañan en las buenas y malas

@proyecto4wd

@trayectonativo

@vzlaportierra 










1 comentario:

Anónimo dijo...

Fue un excelente viaje a pesar de el clima. El grupo se adapto a las condiciones y cada quien aportaba positivamente, se logró compartir y disfrutamos de unos paisajes increíbles.
Gracias a ti por la invitación y a todo el grupo por las atenciones.
Para nosotros siempre es un placer viajar con ustedes.
Que sigan las aventuras 👍