Nuevamente
el Estado Bolívar no deja de sorprendernos con sus lugares
extraordinarios, en esta ocasión nuestra
visita fue al Noreste del estado hacia la poca conocida sierra El Mato.
Como
ya es costumbre nuestro recorrido comienza en la troncal 12, realmente esta vía
ya está en sus últimos años de vida, cualquier tipo de obstáculos te encuentras
en ella, el deterioro es total. Al
arribar al cruce de chalana, y si no tienes la suerte de poder montarte en ese
viaje, tienes que estar dispuesto a
perder mínimo tres horas de espera y una hora más de navegación, esto descuadra
cualquier itinerario que se haga, lo
triste es que se sabe que la construcción del tercer puente del Orinoco está
totalmente paralizada, ya van más de 7
años de construcción , algo tan primordial que activaría todo el desarrollo de
la zona, simplemente es una de las
tantas demostraciones de nuestros mediocres gobernantes.
Al
navegar en la chalana ya todo el estrés del viaje desaparece, el gran río madre se desplaza imponente y ya
sabes que la aventura está más cerca de
su comienzo, tomamos rumbo hacia las
sabanas que colindan con el rio Cuchivero,
zona que ya visitamos en varias ocasiones, luego de más de 15 horas de recorrido la
noche nos dio la bienvenida en la trilla
hacia nuestro primer destino.
Un
excelente amanecer acompañado de fresca brisa
y el cantar de algunos pájaros inicia el día en la zona, como siempre compartimos con los habitantes
del hato un café y una buena charla, esa charla se había investigado
anteriormente con la intención de verificar la información con los habitantes
de la zona, estábamos en búsqueda de un
famoso hato que en los años 80 y 90 se dedicaba al turismo de naturaleza en
específico a la observación del jaguar
(llamado tigre por los lugareños).
Al
comentarle esta información a nuestro anfitrión de inmediato nos dio la
noticia, yo sé lo que están buscando, yo trabaje ahí por 25 años, yo era el
jardinero de ese campamento, la mejor noticia no podía ser, nuestro amigo nos contó toda la historia del
lugar desde los éxitos de los años dorados donde lo visitaban muchos turistas
extranjeros hasta la quiebra y abandono del hato, esto llevo a que fuese tomado
como campamento de la guerrilla colombiana luego destruido por el ejército
Venezolano y expropiado por el gobierno.
Al
mencionarnos el tema de la guerrilla, creemos que notó nuestra cara de
preocupación y le preguntamos, guerrilla por aquí, tan lejos de la frontera, y simplemente nos dijo, no se preocupen por
eso, ellos están en la zona pero no se meten con nadie, es más cuando ustedes
llegaron anoche dos de ellos estaban aquí,
me preguntaron por esos carros que entraron al hato y simplemente les
dije que son amigos míos turistas que vienen a tomar fotos y bañarse en el rió,
su repuesta fue, diles que son bienvenidos que no se preocupen por nada que
aquí están bien cuidados.
Luego
de esa mañana de charlas decidimos pasar la tarde en descanso total disfrutando
del lugar y el río, en uno de los
rápidos que teníamos cerca logramos ver a un pariente Panare en plena jornada
de pesca, nos acercamos y lo invitamos
al campamento, una corta charla nos
explico cómo era el uso del arpón, nos mostró sus herramientas para la pesca, y
como fabrican sus guayucos, antes de partir nos pidió algo de colaboración de
alimentos, también nos ofreció
artesanía y nos dijo que buscaría a su
familia para que los conociéramos, en un
par de horas llegó con lo ofrecido, una
gran variedad de artesanía típica de esta etnia, y nos presento a su esposa, hijos y nietos, nos llamó mucho la atención lo joven que era
la esposa de su hijo y ya tenía un bebé de meses, para nuestra cultura es algo fuera de lo
común, para ellos es muy normal, a los mayores no les gusta que les tomen
fotografías; los más jóvenes las aceptan pero no les agradan, por eso siempre
hay que pedirles permiso para poder fotografiarlos .
Esa
noche el equipo se reunió y tomamos decisiones de continuar o no con el
recorrido, y después de poner muchos
puntos en la balanza decidimos continuar, sinceramente esa noche no dormimos
muy bien dándole vueltas a la idea de continuar.
Tomamos
las referencias que nos dio nuestro
amigo y encontramos el rumbo correcto,
solo quedaba una sombra de la trilla y una muy marcada trilla de motos
que entran y salen del hato, en la zona
ahora los indígenas la recorren en motos y eso hace un gran laberinto de
pequeños senderos, el hato abandonado lo
usan como zona de pastoreo de ganado y solo pueden entrar las personas de hatos
vecinos, la minería esta prohibida por
los vecinos y la regla se hace cumplir por
los cuidadores de la zona. Entre
las reglas que nos mencionaron esta una muy llamativa, los indígenas ya no se
pueden robar ganado de los hatos, solo
pueden tomar una para consumo y lo deben informar a los dueños del ganado, anteriormente se robaban varias reses y
consumían una y vendían las otras, ahora hay orden, cosas increíbles de nuestra
Venezuela.
Continuando
nuestro recorrido todas las referencias empezaron a aparecer, ríos, pozos, cerros, lomas, morichales, y siempre al frente de
nuestro rumbo la serranía. Siempre nos hicieron hincapié que nos encontraríamos
una zona de selva, que teníamos que
trabajarla porque en las motos el paso es sencillo pero en los carros la
historia es diferente, y así fue, ramas, enredaderas, arboles fueron los encargados de literalmente abrazar
los vehículos, el constante rechinar de
la carrocería nunca paró, y la selva casi toma posesión de carpas de techo,
toldos, retrovisores, faros y en
especial las tomas de aire de los snorkels, pero nada que con un buen trabajo en equipo y
paciencia no se solucione.
En
este tramo mientras despejábamos un tapón de selva, fuimos sorprendidos por una serpiente
Mapanare, realmente corrimos con mucha suerte, uno de los vehículos quedo
atrapado entre árboles y tocones de raíces,
mientras se trabajaba para no dañar un caucho y arrancar un toldo, la
serpiente paso entre el equipo y nadie se percató, cuando despejamos la zona y se encendió el
motor la Mapanare salió debajo del
vehículo y todos pegamos un brinco tipo gato, la suerte estuvo de nuestra parte, un
accidente con este tipo de reptil en un lugar tan apartado de algún centro de asistencia medica
es mortal
Con éxito atravesamos la zona de selva y de inmediato se abrió un valle frente a nosotros con las características que nos indicaron, ya sabíamos que estábamos en el lugar que buscábamos, en esta zona literalmente circulamos en la trilla de las motos, seguimos rumbo a la serranía en búsqueda de otra referencia, la pista de aterrizaje, los datos eran precisos en sus características, (muchachos van a ver dos piedras grandes con unos números) ahí está la pista, desde ese punto ya van a encontrar todas las instalaciones del hato.
Cruzamos
varios caños que por la sequía se encontraban con un nivel muy bajo de agua, en
uno de ellos tuvimos que trabajarlo para mejorar los ángulos de entrada y
salida y notamos el olor característico del mayor depredador de la zona, (el
Tigre), de inmediato notamos las huellas en la arena y excrementos en unas
grandes lajas de piedra, seguramente
estábamos en un echadero habitual del felino.
Continuando
por la trilla entramos entre unas palmeras que se notaban que estaban sembradas
de manera decorativa y en ese momento nos quedamos boquiabiertos cuando notamos
dos grandes postes sobre las palmeras y en su pie estaba la cancha de
tenis, ya no había duda habíamos
llegado.
De
inmediato la emoción se apodero del equipo, y todos nos reunimos en la cancha y
simplemente imaginábamos a los turistas jugando en tan paradisíaco lugar, en
medio de un gigante valle, rodeado de montañas increíbles, a un lado un lago de buen tamaño y el camino
demarcado por las palmeras, algo único.
Continuamos
y empezaron a aparecer las instalaciones en ruinas ya casi tomadas en su
totalidad por la vegetación, todo era
tipo cabañas, se notaba cuáles eran tipo
familiar, o matrimonial, las instalaciones del personal, la recepción, el
comedor, la cocina, la sala de máquinas,
los establos, las instalaciones
de las bombas de agua y plantas eléctricas, todo frente a nosotros.
Por
estar finalizando el día teníamos que buscar el mejor lugar para acampar y este
fue al lado del rio que pasa por el
campamento, mientras nos
instalábamos presenciamos un espectáculo
de colores por el atardecer en la serranía, entre todos conversábamos del
privilegio que tenían los turistas de presenciar esta belleza natural, que buenos años de la bonanza venezolana.
Un
nuevo día fue dedicado a caminar por todas las ruinas para conocerlas más de
cerca, entrar a los salones e imaginar a un gran grupo
compartiendo un desayuno en este lugar te hace volar en el tiempo, siguiendo una caminería casi perdida por la
vegetación nos lleva a la parte de la
piscina, la cual tenía un pequeño bar a un lado, está estratégicamente
ubicada entre unos grandes árboles de samán y la laguna, solo imaginaba la
historia que nos contó nuestro anfitrión, (mientras los padres tomaban sol en
la piscina, los niños pequeños jugaban
en ella y los más grandes navegaban en la laguna en unos kayak), todo eso está ahí, pero ahora en ruinas, la
piscina está rodeada de alambre de púas para que el ganado no caiga dentro de
ella.
Seguimos
recorriendo las cabañas, una extraña
sensación se siente al ver todo en ruinas,
aún quedan algunos detalles como los adornos en las paredes,
lámparas, griferías, la cabaña más
grande seguramente era la más lujosa, por tener varias habitaciones con baño y
una gran habitación principal con gigantes ventanas, en una parte aún están los rastros de aires
acondicionado.
Visitamos
las instalaciones del personal, se notan grandes habitaciones que seguramente tenían literas, también la
parte de los locker, baños y depósitos, al llegar a la parte de los establos notamos
que esta si la están utilizando las personas que pastorean en el hato, tienen
algunos alimentos, sal para el ganado, hamacas, platos, vasos, ollas y los
rastros de un fogón.
Nos
sorprendió ver una fuerte jaula en la entrada, imaginamos que era la utilizada
para mantener en cautiverio algún tigre u otro animal capturado en la zona, nos
contaron que los dueños del hato introducían rebaños de cabras u ovejas en el
valle para alimentar a los felinos y mantenerlos
en la zona, esto también garantizaba que
grupos de báquiros, venados, dantos y otros animales no fueran presas tan
fáciles para los tigres o pumas
Sentados
aquí disfrutando de la paz del lugar viajamos en el tiempo y la historia de lo
que nos contaron, imaginar aviones con
veinte personas aterrizando aquí, todas
disfrutando del lugar, algunas caminando, otras paseando a caballo, otras en la
piscina, otras en el rio, otras organizando los recorridos para ver el jaguar
nos daba una idea del potencial del lugar, pero sin querer caímos en cuenta de
otra realidad, al estar sobre las piedras encontramos al pie de ellas restos de
latas de sardinas, botellas de licor y cerveza, varios yesqueros y cajas de
cigarrillos, recordamos que también fue un campamento guerrillero, seguramente desde aquí estarían algunos
vigilantes cuidando la zona por su excelente ubicación, y ni imaginar el uso que le darían al
campamento, también imaginamos a los aviones del ejército soltando las bombas
sobre tan épico campamento.
La
historia se encargara de llevar todo a su curso nuevamente, nunca pierdan la esperanza y la fe de ser
nuevamente un país con un potencial único en turismo a nivel mundial, en un
futuro no muy lejano volverán los aviones llenos de turistas a visitar nuestra
tierra privilegiada.
Nota.
Pedimos
disculpa a nuestros lectores por no dar datos de nombres y ubicaciones exactas
de los lugares que visitamos, esto es una petición de nuestros anfitriones, las
razones son obvias.
Agradecimientos
a nuestros colaboradores por su importante apoyo para seguir realizando
nuestros recorridos.
@carpas4wd
@ligthforce_venezuela
Fotos
Juan Rodriguez
@overlandingvzla
Belitsa Tovar
Texto
Juan Rodriguez
3 comentarios:
Excelente recorrido con excelentes fotos y relato, cuánta historia detrás de un campamento en el que pudieron hacer no solo un viaje turístico sino también a través de los años. Saludos
Excelente! Trasladarse en el tiempo con estos relatos e imaginar la hermoso de tan imponente lugar, estas fueron las cosas que nos pusieron en un pedestal en América, confío en que este rio revuelto volverá a su cause, sanará y nos mostrara de nuevo sus hermosas aguas...
Un un gustazo poder leer y disfrutar del reportaje, felicidades por el gran trabajo que realizan, Muchos exitos!Hermano overland!!!
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