lunes, 1 de julio de 2013

Cabo San Román- Península de Paraguana


Como lo dice nuestro eslogan, al norte de Suramérica, es el lugar donde está ubicada nuestra hermosa tierra, por tal razón en esta ocasión decidimos visitar el punto más septentrional de nuestro territorio, el Cabo San Román.

Nuestro recorrido comienza en el interesante Parque Nacional Médanos de Coro, ubicado al norte de la ciudad de Coro es el lugar que nos da la bienvenida a la península de Paraguaná. Este parque en su conjunto está dominado por el Istmo de los Médanos, que une al Estado Falcón con la Península de Paraguaná, este es una faja de 30 kilómetros de largo por 5 de ancho, con una altura promedio de 20 metros sobre el nivel del mar, un rasgo geográfico único en Venezuela, su principal atractivo es la presencia de los médanos, constituidos por la acumulación de arenas, que se desplazan bajo la acción del viento, muchos venezolanos lo conocen pero solo en su paso por la carretera nacional, los invitamos a atreverse a conocerlos más en profundidad, es una experiencia única de desiertos en la península.







Ya adentrados en la península tomamos rumbo Norte hacia el poblado de Adícora, esta población en los últimos años ha tenido un auge muy importante a nivel internacional por las variadas competencias de kitesurf y windsurf, su costa presenta características ideales para la práctica de estos deportes, arribando al poblado se pueden ver las diferentes velas de los deportistas haciendo sus maniobras con el fuerte viento.











Este poblado también se caracteriza por mantener un casco colonial muy colorido y un bonito faro al igual que múltiples posadas, todo este lugar es el lienzo de muchas fotografías por los temporadistas.







Continuando por la costa se arriba a un lugar muy importante en la península, Las Salinas de Cumaraguas,  es un conjunto de lagunas dedicadas a la extracción de la sal, en este lugar se presenta un espectáculo digno de ver en horas del atardecer. Al parecer “cumaraguas” es el nombre de un cangrejo de caparazón rosado y los indígenas de la región llamaban así a la espuma rosada que se forma en las orillas de la salina. Esa espuma tiene la consistencia de un gel pero la textura es granulosa y su color rosado proviene de los taninos que hay en el agua. Es impactante ver los trozos de cristal rosado que parecen pequeñas joyas de sal y que niños intentan venderte. Este lugar es altamente recomendado para terminar el día, y nunca está de más comprarles a los niños los cristales y caracoles, es más una ayuda que un negocio.










A escasos cuatro kilómetros de las Salinas las Cumaraguas, vía al poblado El Vínculo, se encuentra una casona situada a orillas de la carretera, se conoce como un sitio histórico, fue casa de Juan Crisóstomo Falcón quien nació en 1820 y murió en 1870, fue líder de la Guerra Federal junto a Ezequiel Zamora; al lado se encuentra el portal de lo que fue una gran capilla, en la que aún se puede apreciar la construcción de estilo colonial; fue centro de vigía durante los siglos XVI, XVII y XVIII, ya que posee una vista privilegiada al mar. Hoy día es notoria la desidia que le tienen a este lugar, a nadie le importa ya la casona está prácticamente en el piso, lástima por estos tesoros de nuestro patrimonio cultural y arquitectónico.






Dejando atrás este histórico lugar continuamos rumbo hacia las ruinas del Hotel Médano Caribe, realmente uno se queda con la boca abierta de ver semejante estructura en total abandono, la recorrimos en su totalidad y notamos que trataron de invadirla, me imagino que desistieron de la idea por la falta de servicios básicos sino ya estaría convertida en un barrio más de nuestro país.
Es impresionante ver como se dedicaron a extraer todo el material que pudieran utilizar de nuevo, no sacaron las cabillas porque de seguro les cae encima la estructura, solo imaginen sacar toda la terracota del piso de todo el complejo de habitaciones, o las tuberías de las piscinas, solo eso es un ejemplo para que se imaginen el poder destructivo de algunas personas, por un instante cierren los ojos y piensen que este complejo lo tienen una transnacional hotelera tipo las de Aruba, Curazao y ni hablar de Cancún,  les aseguro que la economía en la península seria otra y no existiera la gran miseria que se ve al otro lado de las salinas.























Luego de hacer las reservaciones en el hotel que algún día funcionará continuamos rumbo a Puerto Escondido, localidad situada más al norte de la geografía de Venezuela, ubicada en la península de Paraguaná, aquí ya llegaron varias licorerías y restaurantes, aquel caserío olvidado por los Venezolanos de hace unos 20 años ya no es el mismo, el antiguo restaurante lo convirtieron en un agradable lugar, decidimos desayunar aquí un buen menú, solo imagínense que ofrecen fresas con crema y tiene una tienda de trajes de baño y recuerdos del cabo San Román, la tienda tienen aire acondicionado.
















En este lugar se encuentra varado desde hace quince años un buque mercante llamado Denisse Marie, al que el paso del tiempo y la acción del oleaje han ido resquebrajando su estampa marina, si bien todavía es posible apreciar su origen. Este barco en realidad tiene su origen en tierras Españolas, fue construido en el entonces astillero Basse Sambre-Corcho, S.A. (CORBASA), con el número 109 del citado astillero, fue botado con el nombre de Magdalena del Mar, contratado por Equimar Marítima, aunque entró en servicio en 1970 con el citado nombre austríaco Stadt Elsfleth. Tenía un gemelo llamado Catalina del Mar y se trata del cuarto de los 17 buques porta contenedores construidos en el citado astillero, con capacidad para 218 TEUS.
Por espacio de casi veinte años, entre 1976 y 1995, el citado buque navegó con los nombres de Cheshire Progress (1976-1978), Progress (1978-1981), St. Anns Bay (1981-1988), Gregory (1988-1992) y Lisa Marie (1992-1995). En 1995 lo compró una sociedad venezolana vinculada a la familia Capriles y fue rebautizado Denisse Marie. Durante un tiempo estuvo cargando carbón mineral en La Ceiba (Lago de Maracaibo), laminado de acero, alambrón y cabillas en la terminal de VENELUM con destino a las islas del Caribe y por último estuvo cargando sal en Araya.
En el que sería su último viaje, el 8 de mayo de 1998 embarrancó en el punto de referencia. Las causas no están claras, aunque, por lo que se dice, el barco venía cargado con sal en viaje a Estados Unidos, y pudo haber problemas con el pago de la carga o con el motor principal, el caso es que el barco embarrancó, el armador hizo abandono del mismo a favor del seguro, éste cobró la póliza y aunque tiempo después se intentó reflotarlo, los esfuerzos resultaron inútiles y el barco quedó para siempre donde está. Hace unos años, vencido por la corrosión, cayó la proa y, así, poco a poco, llegará un día en que será sólo un recuerdo.



Al Salir de Puerto Escondido se divisa en la lejanía un gran faro el cual marca la posición del Cabo San Román, es el punto más septentrional de la Venezuela continental y desde donde se logran ver las luces de Aruba y Curazao en la noche, por el oeste cada tarde, visitantes y lugareños pueden observar las puestas de sol que se enmarcan en las templadas aguas del Golfo de Venezuela.
Al arribar al lugar se encuentra con un monumento de una cruz, lugar histórico donde se produjo el arribo de los españoles a la península y por consiguiente el descubrimiento de Paraguaná el 9 de agosto de 1499, día de San Román, santo que le dio nombre al cabo y en su primer momento a toda la península.
 Hasta hace poco, el faro que se exhibía era de acero blanco con rojo. Estaba oxidado y deteriorado producto de la humedad y salinidad del ambiente en el que se encontraba y de los pocos cuidados que se le dedicaban. Un nuevo faro fue instalado por la Fuerza Armada Nacional en febrero del año 2004.
Su bombillo se carga durante el día por paneles que funcionan con energía solar. Tiene 80 metros de altura y una fachada de piedra. Fue inspirado por el faro ubicado en el cabo La Coruña, en España. Por las noches, advierte a los barcos de la existencia de ese lugar. A pocos metros de él, se encuentra el borde de la tierra sobre la que se alza y contra el cual rompen con furia las olas del mar. A pesar de que no llamaba la atención antes de ser reconstruido, hoy es uno de los principales atractivos del lugar.















Luego de esta interesante visita tomamos rumbo hacia Médano Blanco, en este lugar se alzan los médanos en una zona totalmente virgen, es muy impresionante como al pasar los años los médanos se van rodando hacia el mar, la primera vez que conocimos este lugar las dunas tenían más de 20 metros de altura, casi se formaba un trampolín hacia el mar, el pasar de los años y sus arenas nómadas han cambiado el paisaje en su totalidad.
Aquí el grupo disfruto del paisaje y de los obligados saltos al vacío para caer en las suaves arenas de color dorado. En este lugar decidimos acampar ya que es  tradicional para el equipo, Playa La Doña, nos refugia  de la fuerte brisa y aprovechando la sombra de unos árboles de cují es el campamento playero ideal.




























Un nuevo día marca el comienzo del recorrido por la costa, la trilla zigzaguea dentro de cactus y cujíes, en muchas ocasiones la vegetación deja las marcas en la carrocería de nuestro paso, antiguamente existía una sola trilla, actualmente hay muchas debido a la construcción de una carretera que une Los Taques y Adícora, se recomienda el uso de GPS para no pasar malos ratos, de igual manera ya hay varias construcciones de casas de pescadores, algunas hasta prestan servicio de restaurante y área de campamento.
Nuestra primera visita del día lo hicimos en bahía Boca de Macama, lugar ideal ya que posee una amplia playa y sus aguas son muy tranquilas, ideal cuando se viaja con niños,  aquí nos encontramos un rancho restaurante abandonado, nos imaginamos que en temporadas vacacionales se activara para ofrecer sus servicios a los visitantes. Este lugar tiene una pequeña laguna de agua salubre, esto hace que muchas aves la visiten en busca de alimentos, es un espectáculo digno de ver.











Siguiendo rumbo Oeste entramos a Punta Arenal, otros lo conocemos como Punta de Coral, este lugar te muestra lo inmenso de nuestra costa, aquí hay que recorrer con mucho cuidado debido a los filosos bordes de la roca que se ocultan con la arena, no sé porque razón siempre que visito este lugar se encuentra una manada de Burros, al igual que manadas de chivos, no entiendo el porqué, uno espera encontrarlos donde halla vegetación, su alimento, no aquí que lo que hay es coral y arena por doquier, luego de esta visita retornamos a la trilla principal que bordea la península.











Nuestro nuevo destino es la casona de Macara, como siempre este lugar nos muestra sorpresas, en esta ocasión encontramos una nueva escuela rural, muy bonita y alimentada por un sistema de paneles solares y un molino de viento, en su entrada decía que es un proyecto piloto, espero que construyan mas no solo en esta zona sino también en toda Venezuela, hacen mucha falta en las zonas rurales.
De igual manera aún mantienen con cierto cuidado la casona, lo que conocí como una casita de bahareque de unos viejitos ahora es la casa de los cochinos y gallinas, se podría decir que es un establo ahora, lo que nunca me deja de sorprender es por qué estas personas literalmente botan toda su basura alrededor de la casa, imagínense lo que se produce de la combinación de basura y fuertes vientos, muy lamentable esto.










Desde este punto se puede observar nuestro nuevo destino, el faro de Punta Macoya, un lugar con una ubicación privilegiada y al igual que toda la zona lleno de mucha historia. Este lugar era poco conocido y poco visitado por los turistas, su atractivo principal es el faro que se encuentra aquí desde 1902 y fue restaurado en dos ocasiones siendo la última en 1992
Sin embargo, para 1929 existía sólo en Paraguaná el faro de Punta Macoya, proyectándose la construcción de los de San Román y Adícora, desde lo más alto se puede ver  lo grande de la bahía de Punta Macoya, de igual manera si observamos al Sur podemos ver el Cerro Santa Ana, el cual se alza imponente en la planicie de la península.
















Desde lo más alto divisamos una serie de playas las cuales te invitan a campar en sus orillas, se recorre un laberinto de trillas hasta llegar a la orilla, en este trayecto los cujís nuevamente dejan su marca en las carrocerías de los vehículos, arribamos a una bonita bahía, pero lamentablemente el mar estaba muy revuelto y con un oleaje fuerte, así que se decidió retornar hasta Bahia Mangle Lloroso, el cual es una gigantesca playa, la cual ofrece buena sombra y el mar es prácticamente un plato, arribamos rápidamente al lugar a armar campamento y disfrutar de la playa y una buena velada.











El nuevo día comienza muy temprano en la Punta de Chaure, lugar de fácil acceso caminando desde la Bahía, aquí se puede ver la magnitud de la fuerza del mar y el viento al ir dando forma sobre los corales, también unas pequeñas dunas se están formando, ojala se conviertan en unas grandes para poder disfrutarlas en un futuro.
El día del retorno a la capital había llegado, así que el campamento se recogió rápido para tomar rumbo Este para salir por Médano Blanco, en este lugar tomamos las fotos de rigor y lo recorrimos por su cima, despidiéndonos de este lugar hasta la próxima visita arribamos de nuevo a las Salinas de Cumaraguas a esperar el atardecer y lograr una buena fotografía de este fenómeno.
























7 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades Juan, muy bueno el relato y cada vez mejores fotos.

Juan Rodriguez dijo...

Gracias amigo, de eso se trata, síguenos y recomiendanos, @overlandingvzla

Anónimo dijo...

Que buen relato. Que belleza esos paisajes.

Gracias por compartirlo.

Saludos...

Unknown dijo...

Excelente reportaje, el fin paso visite y la zona y tu muestras muchos sitios interesantes que uno pasa por alto por considerar aburridos pero que están llenos de muchos datos interesantes, Saludos

Unknown dijo...

Excelente reportaje, el fin paso visite y la zona y tu muestras muchos sitios interesantes que uno pasa por alto por considerar aburridos pero que están llenos de muchos datos interesantes, Saludos

Anónimo dijo...

saludos


me agrada ver q aun existen personas con el verdadero espirutu de aventura y respeto por la naturaleza
personas adultas que usan los 4x4 como una herramienta para llegar a esos sitios donde pocos pueden

espero sigan deleitandonos con esas aventuras

Rafael Pernia dijo...

Muy buen relato y muchas fotos... Gracias