Península de Araya.
Situada al Este de la costa
caribeña de Venezuela fue el lugar seleccionado para recorrer en esta Semana
Santa, nuestra entrada a la península empezó en el poblado de Cariaco, tomando rumbo Sur Oeste hacia las costas del
Golfo de Cariaco.
Nuestra llegada a la zona
seleccionada para acampar fue tarde debido a los retrasos en la vía, por tal motivo teníamos que elegir
rápidamente donde acampar, muchas casas
abandonadas y potreros llenos de vegetación era lo que encontramos en la costa,
pero como siempre los lugareños de buen corazón nunca te dejan mal, llegamos a
la casa de una familia y al preguntarles un lugar recomendado para acampar la
respuesta fue de inmediato ¨pues ustedes acampan aquí¨.
Llegamos a Tetire, a la casa
de Mamá Zaida, muy amablemente nos
acomodo al frente de su casa, se le
notaba la preocupación de qué hacíamos nosotros por esa zona sin conocer a
nadie, le explicamos nuestra intención
de conocer la costa Sur de la península y el poblado de Cachicatos.
Mamá Zaida tiene una
disposición a ayudar increíble,
acordamos hacer el desayuno con ella y la sorpresa fue máxima cuando nos
informo que tenia empanada de camarones, raya, pescado, calamar, cazón, no se
imaginan la calidad de esas empanadas, nunca nos imaginamos estar tan lejos y
aislados y tener ese privilegio.
Frente a su casa tiene un
muelle el cual te invita a sentarte y disfrutar de atardeceres únicos, como dicen los fotógrafos, ¨la hora azul en
su máximo esplendor, L Heure Bleue ¨, mas de una hora de disfrute total de
cambio de colores, las ruinas de un muelle era el escenario elegido por muchas
gaviotas para esperar que anocheciera,
el sonido del viento, el suave oleaje, hacen del lugar un paraje
especial.
Nuestro recorrido debía
continuar, un dulce agrio de ánimos teníamos todos, como dejar ese lugar,
provocaba quedarnos todos los días aquí, el espacio es ideal, un baño y parrillera, no se puede pedir más,
y lo mejor de todo Mamá Zaida, mujer del oriente, amable, con el don de la
cocina en sus manos, si gustan se puede
coordinar la visita a su casa, en el
lugar se puede acampar grupos pequeños, y lo mejor es coordinar con ella las
comidas, paseo en bote, cisterna de agua, todo lo necesario, el grupo debe llevar todos los alimentos a
preparar y el combustible, y Mamá Zaida se encarga de preparar todos los frutos
del mar junto a su familia.
Continuamos rumbo a los
Cachicatos, a localizar una avioneta
siniestrada que se encontraba en la orilla, esto se localizó en imágenes
satelitales y llamaba la atención porque
estaba esa avioneta ahí y a sus lados tenia casas, al arribar al poblado nos
percatamos que es un poblado de pescadores,
todos se asomaban por ventanas y puertas a ver pasar los vehículos,
algunos nos decían, el camino se termina aquí y no hay playas, nuestra respuestas era , no estamos buscando
playas, queremos ver la avioneta, en ese instante la cara de muchos era de
asombro, se reían y nos indicaban hacia
dónde dirigirnos a ver la avioneta.
El final del camino nos
llevo hasta el patio de una casa, de inmediato salieron dos simpáticas niñas a
recibirnos, Verónica y Cherrymar, ellas
fueron nuestras guías hasta la avioneta,
una amable señora que descansaba en su chinchorro nos contó la historia
de la avioneta, lamentable accidente ocurrido hace 13 años, ellos sacaron la
avioneta del mar y la colocaron como recuerdo en la falda del cerro. Dato
importante que nos dio la señora es visitar una bahía llamada Cachicaticos, la
cual tiene un muelle muy bonito y una buena playa, solo se llega en bote, así
que ya decidimos nuestra próxima visita, nos quedamos en casa de Mamá Zaida y
paseamos en bote hasta Cachicaticos.
Ya cumplidos los objetivos
de la zona Sur del golfo tomamos rumbo Norte de la península, la idea era
visitar el máximo de lugares seleccionados para ver cuál era el mejor para
quedarnos a acampar.
El primer point se
encontraba dentro de una zona de cocotales, algo engorroso de localizar pero se
logro la entrada, dentro de la zona
observamos unas casas de bareque y a su lado estaban construyendo un bote
artesanal de madera, lo extraño era que no había nadie, ni el perro estaba,
seguimos nuestro rumbo hacia la playa, la cual nuestra información era muy
bonita y tenía tres bahías increíbles.
Seguimos el sendero hacia la
playa y nos sorprendió que desembocaba un pequeño caño de aguas
cristalinas, increíble ver esto en una
zona tan árida, cuando nos disponíamos a
darnos un baño en la playa y después en el caño, aparecieron de la nada tres
sujetos de muy mal aspecto y actitud, nosotros saludamos y tratamos de tener
una conversación con ellos pero llegó ese momento incomodo donde sabes que es
mejor retirarnos rápidamente del lugar porque no hay buena vibra alguna con
estos lugareños, lamentable el lugar era un mini paraíso.
Seguimos rumbo Oeste
disfrutando de la vía que circula por acantilados y cerros áridos, atravesamos varios poblados y visitamos
lugares que teníamos seleccionados para la posible acampada, lamentablemente no eran adecuados para
acampar, así que decidimos no parar mas
hasta una zona que sabíamos que tenia mas potencial para lo que buscábamos.
Así llegamos al istmo de
Chacopata, decidimos recorrerlo todo por las ruinas de un tendido eléctrico
hasta llegar a la antigua planta eléctrica, seguimos hacia el Morro de Chacopata, lugar donde existe un
faro abandonado, subimos al morro y disfrutamos de una buena vista panorámica,
lugar donde divisamos el lugar ideal para nuestro campamento.
Recorrimos la playa del
Morro Chacopata y cruzamos una laguna seca la cual nos llevo hacia un pequeño
istmo que se forma frente a una comunidad pesquera, aquí decidimos armar campamento, nuevamente.
Un buen atardecer nos acompaño con un plus especial, en la laguna que tenemos al lado llegaron
bandadas de flamencos, ave típica de la
zona costera con un color rosado muy llamativo.
Nuevamente se nos acercaron
unos pobladores a preguntarnos qué hacíamos ahí, y quedaban sorprendidos al
informarles que estábamos de paseo y queríamos acampar en ese lugar, se rieron,
me imagino que pensarían, estos están muy locos, y muy amablemente nos
invitaron a quedarnos al lado de sus casas porque tenían arboles y así nos
protegeríamos del sol.
Una increíble noche
totalmente despejada, una fuerte brisa nos acompaño en el compartir de la
parrilla, buena charla y música fue el común de la planificación del nuevo
rumbo a tomar en nuestro recorrido.
Retomamos nuestro recorrido
por el medio de un conjunto de cerros áridos multicolores, en esta zona hace
mas de 20 años visitamos un pequeño oasis llamado Churuatas san Judas Tadeo,
era un conjunto de churuatas turísticas con piscina y restaurante, un lugar
increíble en el medio de una zona desértica, lamentablemente en esta ocasión lo
encontramos totalmente en ruinas, los tiempos de alegrías y disfrute quedaron
en el pasado, ahora solo se escucha el viento chocar contra los cujís, y se puede
ver toda la estructura desvalijada.
Atravesamos la cordillera
central de la península de Araya, tomando rumbo sur nuevamente, la idea era
visitar las bahías de El Rincón, El Ojeo, Puerto Real, Pta Salazar, Carapacho,
Las Crucecitas, para arribar a nuestros objetivos de Laguna Chica y Laguna
Grande.
Cada una de las bahías tiene
su poblado de pescadores, nos gusto mucho lo cuidado de los pueblos, a
diferencia de la zona SurOeste que realmente están muy abandonados, pueden ser
comunidades muy humildes, pero eso no te obliga a vivir con un basurero
alrededor de tu casa.
En cada uno de los caseríos
nos daban la bienvenida, sobre todo las personas mayores, los niños de
inmediato salían a recibirnos y con el interrogatorio de preguntas respectivo,
el mejor de los relacionistas públicos era nuestra mascota Cotufa, no podían
creer ver un perro con barba, era la novedad del día.
Nuestro recorrido nos llevo
a la comunidad pesquera Laguna
Chica, lugar donde habitan tres
familias, nuestra idea era hacer un campamento en ese lugar pero la topografía
no los impedía, las casas están ubicadas
debajo de unos estupendos cocotales y en la orilla tiene una barrera de mangles
muy bonitos, nuestra idea era acampar en
la playa, pero lo que no muestran las imágenes satelitales era lo empinado y
angosto del cerro que divide la comunidad y la playa.
Decidimos recorrer los
morros y así tener unas vistas panorámicas muy buenas de toda la costa, al
retornar los lugareños nos invitaron a quedarnos frente a sus casas, pero
decidimos continuar y así no incomodarlos en su día a día.
Arribamos a Laguna Grande, y
de verdad el nombre le queda acertado, nuestra investigación nos mostraba que
podíamos arribar a una comunidad en una de sus bahías y desde ahí armar un
campamento base y salir a navegar por toda la laguna, desde la orilla no se puede apreciar lo
grande del lugar, y el único lugar bueno
para acampar ya estaba ocupado.
Conversamos con uno de los
lugareños para llegar a un acuerdo para salir en bote por la Laguna, las
conversaciones no dieron buenos resultados, lamentablemente el precio que
colocaban por el servicio era muy alto, y para rematar teníamos que dar el
combustible nosotros.
Decidimos no hacer el
recorrido y dejarlo para otra ocasión,
nos acercamos a otro posible lugar donde acampar y no era muy bueno,
tenía mucha basura y la casa que teníamos al lado tenía una fiesta prendida
desde hace tres días, así que la mejor decisión fue retirarnos del lugar.
Retornando hacia Punta
Salazar divisamos una bahía solitaria y decidimos quedarnos ahí, una fuerte brisa nos acompaño el resto de la
tarde y noche, armamos campamento y nos
instalamos. Esa noche el espectáculo de Luna fue épico, la claridad de la luna
era tan fuerte que casi no hacía falta prender las luces del campamento, nosotros pensando que estábamos ocultos en
esa bahía y más de 10 botes pasaron y todos nos saludaban, así que ya era seguro que todas las
comunidades ya sabían dónde estábamos.
Nuevo día y nuestro rumbo
era totalmente franco hacia el Oeste de la península, la idea era visitar tres
puntos emblemáticos de la península. Arribamos a Punta Arenas, comunidad
pesquera, con su muy conocida playa de aguas mansas y cristalinas, con el toque
característicos de siempre tener muchos botes en su orilla, si se coordina con los pobladores se puede
acampar.
Después de un buen disfrute
de su playa tomamos rumbo a las ruinas del Castillo de Araya (Real Fortaleza de Santiago
de Arroyo), este lugar es el más emblemático de toda la península, frente a él
esta una bella playa, aguas mansas cristalinas, algo frías como es común en
esta zona, como es normal en temporadas de semana Santa, es el punto preferidos
por todos los turistas, muchos toldos y kioscos en la playa, una gigantesca tarima era la encargada del
ambiente musical y presentación de artistas en las noches.
Disfrutamos de toda la tarde en ese lugar,
luego recorrimos las salinas de Araya, lamentablemente no tenían el color
característico cuando está en proceso de secado las lagunas, estaban en proceso
de llenado nuevamente.
Nos acercamos al puerto a averiguar el cruce de la chalana hacia Cumana, y como no lo imaginamos todo aquello era un caos, reventa de tickets, mafias con las autoridades y vehículos coleados, personas con más de 8 horas de espera en una cola, personas que ya tenían más de un día de espera, todo esto empaña todo lo bueno que vivimos en nuestro recorrido a la península.
Así que decidimos hacer un retorno nocturno
hasta la ciudad de Barcelona, en este tramo se lucieron las suspensiones de los
vehículos por la mala condiciones de las vías, faros auxiliares por que no
existe ningún tipo de iluminación y autonomía de combustible porque todas las
bombas dolarizadas están cerradas a partir de las 4pm, algo común que ya
conocen muchos viajeros en nuestro país.
Nos queda un buen
recuerdo de la Península de Araya, árida y muy
caliente, con una extensión de tierra de casi setenta kilómetros ubicada frente
a las costas de Cumaná, bordeada por un conjunto montañosos de cerros de poca
altura que en el trascurrir del día van cambiando sus tonalidades del amarillo, el magenta, el gris, el rojo y
el naranja se apropian del paisaje para crear un escenario inusual de singular
belleza.
Pescadores
que salen a trabajar antes del amanecer, niños que juegan a navegar; vidas
marcadas por el mar, la pesca, la sal, gente sencilla cuyas vidas transcurren
en medio de la esperanza, la sonrisa y la palabra franca, ellos siguen su lucha
para sobrevivir de la desidia de los gobernantes, pero tienen mucha fé en la
nueva apertura del turismo que empieza a recorrer sus tierras nuevamente,
simplemente les decimos gracias a todas las personas de buen corazón que nos
recibieron.
100%
recomendado, VISITEN LA PENSULA DE ARAYA.
AGRADECIMIENTO
@ROVERLAND DRONE
@VZLAPORTIERRA FOTOS
@OVERLANDIVZLA FOTOS
5 comentarios:
Excelente travesía
excelente... deberias armar videos para youtube
Buena experiencia Magic.✨
Gracias por compartir tan maravillosa y arriesgada travesía por una pequeña parte de nuestra hermosa Venezuela 👍💪🙏❤️
Un viaje que lo revivo al máximo en tus relatos saludos
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