lunes, 1 de mayo de 2023

PENINSULA DE ARAYA

 




Península de Araya.

Situada al Este de la costa caribeña de Venezuela fue el lugar seleccionado para recorrer en esta Semana Santa, nuestra entrada a la península empezó en el poblado de Cariaco,  tomando rumbo Sur Oeste hacia las costas del Golfo de Cariaco.

Nuestra llegada a la zona seleccionada para acampar fue tarde debido a los retrasos en la vía,  por tal motivo teníamos que elegir rápidamente donde acampar,  muchas casas abandonadas y potreros llenos de vegetación era lo que encontramos en la costa, pero como siempre los lugareños de buen corazón nunca te dejan mal, llegamos a la casa de una familia y al preguntarles un lugar recomendado para acampar la respuesta fue de inmediato ¨pues ustedes acampan aquí¨.



Llegamos a Tetire, a la casa de Mamá Zaida,  muy amablemente nos acomodo al frente de su casa,  se le notaba la preocupación de qué hacíamos nosotros por esa zona sin conocer a nadie, le explicamos nuestra intención  de conocer la costa Sur de la península y el poblado de Cachicatos.

Mamá Zaida tiene una disposición a ayudar increíble,  acordamos hacer el desayuno con ella y la sorpresa fue máxima cuando nos informo que tenia empanada de camarones, raya, pescado, calamar, cazón, no se imaginan la calidad de esas empanadas, nunca nos imaginamos estar tan lejos y aislados y tener ese privilegio.

Frente a su casa tiene un muelle el cual te invita a sentarte y disfrutar de atardeceres únicos,  como dicen los fotógrafos, ¨la hora azul en su máximo esplendor, L Heure Bleue ¨, mas de una hora de disfrute total de cambio de colores, las ruinas de un muelle era el escenario elegido por muchas gaviotas para esperar que anocheciera,  el sonido del viento, el suave oleaje, hacen del lugar un paraje especial.












Nuestro recorrido debía continuar, un dulce agrio de ánimos teníamos todos, como dejar ese lugar, provocaba quedarnos todos los días aquí, el espacio es ideal,  un baño y parrillera, no se puede pedir más, y lo mejor de todo Mamá Zaida, mujer del oriente, amable, con el don de la cocina en sus manos,  si gustan se puede coordinar la visita a su casa,  en el lugar se puede acampar grupos pequeños, y lo mejor es coordinar con ella las comidas, paseo en bote, cisterna de agua,  todo lo necesario,  el grupo debe llevar todos los alimentos a preparar y el combustible, y Mamá Zaida se encarga de preparar todos los frutos del mar junto a su familia.

Continuamos rumbo a los Cachicatos,  a localizar una avioneta siniestrada que se encontraba en la orilla, esto se localizó en imágenes satelitales  y llamaba la atención porque estaba esa avioneta ahí y a sus lados tenia casas, al arribar al poblado nos percatamos que es un poblado de pescadores,  todos se asomaban por ventanas y puertas a ver pasar los vehículos, algunos nos decían, el camino se termina aquí y no hay playas,  nuestra respuestas era , no estamos buscando playas, queremos ver la avioneta, en ese instante la cara de muchos era de asombro,  se reían y nos indicaban hacia dónde dirigirnos a ver la avioneta.






El final del camino nos llevo hasta el patio de una casa, de inmediato salieron dos simpáticas niñas a recibirnos,  Verónica y Cherrymar, ellas fueron nuestras guías hasta la avioneta,  una amable señora que descansaba en su chinchorro nos contó la historia de la avioneta, lamentable accidente ocurrido hace 13 años, ellos sacaron la avioneta del mar y la colocaron como recuerdo en la falda del cerro. Dato importante que nos dio la señora es visitar una bahía llamada Cachicaticos, la cual tiene un muelle muy bonito y una buena playa, solo se llega en bote, así que ya decidimos nuestra próxima visita, nos quedamos en casa de Mamá Zaida y paseamos en bote hasta Cachicaticos.










Ya cumplidos los objetivos de la zona Sur del golfo tomamos rumbo Norte de la península, la idea era visitar el máximo de lugares seleccionados para ver cuál era el mejor para quedarnos a acampar. 

El primer point se encontraba dentro de una zona de cocotales, algo engorroso de localizar pero se logro la entrada,  dentro de la zona observamos unas casas de bareque y a su lado estaban construyendo un bote artesanal de madera, lo extraño era que no había nadie, ni el perro estaba, seguimos nuestro rumbo hacia la playa, la cual nuestra información era muy bonita y tenía tres bahías increíbles.

Seguimos el sendero hacia la playa y nos sorprendió que desembocaba un pequeño caño de aguas cristalinas,  increíble ver esto en una zona tan árida,  cuando nos disponíamos a darnos un baño en la playa y después en el caño, aparecieron de la nada tres sujetos de muy mal aspecto y actitud, nosotros saludamos y tratamos de tener una conversación con ellos pero llegó ese momento incomodo donde sabes que es mejor retirarnos rápidamente del lugar porque no hay buena vibra alguna con estos lugareños, lamentable el lugar era un mini paraíso.



Seguimos rumbo Oeste disfrutando de la vía que circula por acantilados y cerros áridos,  atravesamos varios poblados y visitamos lugares que teníamos seleccionados para la posible acampada,  lamentablemente no eran adecuados para acampar,  así que decidimos no parar mas hasta una zona que sabíamos que tenia mas potencial para lo que buscábamos.

Así llegamos al istmo de Chacopata, decidimos recorrerlo todo por las ruinas de un tendido eléctrico hasta llegar a la antigua planta eléctrica, seguimos hacia el  Morro de Chacopata, lugar donde existe un faro abandonado, subimos al morro y disfrutamos de una buena vista panorámica, lugar donde divisamos el lugar ideal para nuestro campamento.
















Recorrimos la playa del Morro Chacopata y cruzamos una laguna seca la cual nos llevo hacia un pequeño istmo que se forma frente a una comunidad pesquera,  aquí decidimos armar campamento, nuevamente. Un buen atardecer nos acompaño con un plus especial,  en la laguna que tenemos al lado llegaron bandadas de flamencos,  ave típica de la zona costera con un color rosado muy llamativo.

Nuevamente se nos acercaron unos pobladores a preguntarnos qué hacíamos ahí, y quedaban sorprendidos al informarles que estábamos de paseo y queríamos acampar en ese lugar, se rieron, me imagino que pensarían, estos están muy locos, y muy amablemente nos invitaron a quedarnos al lado de sus casas porque tenían arboles y así nos protegeríamos del sol.

Una increíble noche totalmente despejada, una fuerte brisa nos acompaño en el compartir de la parrilla, buena charla y música fue el común de la planificación del nuevo rumbo a tomar en nuestro recorrido.







Retomamos nuestro recorrido por el medio de un conjunto de cerros áridos multicolores, en esta zona hace mas de 20 años visitamos un pequeño oasis llamado Churuatas san Judas Tadeo, era un conjunto de churuatas turísticas con piscina y restaurante, un lugar increíble en el medio de una zona desértica, lamentablemente en esta ocasión lo encontramos totalmente en ruinas, los tiempos de alegrías y disfrute quedaron en el pasado, ahora solo se escucha el viento chocar contra los cujís, y se puede ver toda la estructura desvalijada.







Atravesamos la cordillera central de la península de Araya, tomando rumbo sur nuevamente, la idea era visitar las bahías de El Rincón, El Ojeo, Puerto Real, Pta Salazar, Carapacho, Las Crucecitas, para arribar a nuestros objetivos de Laguna Chica y Laguna Grande.

Cada una de las bahías tiene su poblado de pescadores, nos gusto mucho lo cuidado de los pueblos, a diferencia de la zona SurOeste que realmente están muy abandonados, pueden ser comunidades muy humildes, pero eso no te obliga a vivir con un basurero alrededor de tu casa.

En cada uno de los caseríos nos daban la bienvenida, sobre todo las personas mayores, los niños de inmediato salían a recibirnos y con el interrogatorio de preguntas respectivo, el mejor de los relacionistas públicos era nuestra mascota Cotufa, no podían creer ver un perro con barba, era la novedad del día.













Nuestro recorrido nos llevo a  la comunidad pesquera Laguna Chica,  lugar donde habitan tres familias, nuestra idea era hacer un campamento en ese lugar pero la topografía no los impedía,  las casas están ubicadas debajo de unos estupendos cocotales y en la orilla tiene una barrera de mangles muy bonitos,  nuestra idea era acampar en la playa, pero lo que no muestran las imágenes satelitales era lo empinado y angosto del cerro que divide la comunidad y la playa.

Decidimos recorrer los morros y así tener unas vistas panorámicas muy buenas de toda la costa, al retornar los lugareños nos invitaron a quedarnos frente a sus casas, pero decidimos continuar y así no incomodarlos en su día a día.












Arribamos a Laguna Grande, y de verdad el nombre le queda acertado, nuestra investigación nos mostraba que podíamos arribar a una comunidad en una de sus bahías y desde ahí armar un campamento base y salir a navegar por toda la laguna,  desde la orilla no se puede apreciar lo grande del lugar,  y el único lugar bueno para acampar ya estaba ocupado.

Conversamos con uno de los lugareños para llegar a un acuerdo para salir en bote por la Laguna, las conversaciones no dieron buenos resultados, lamentablemente el precio que colocaban por el servicio era muy alto, y para rematar teníamos que dar el combustible nosotros.

Decidimos no hacer el recorrido y dejarlo para otra ocasión,  nos acercamos a otro posible lugar donde acampar y no era muy bueno, tenía mucha basura y la casa que teníamos al lado tenía una fiesta prendida desde hace tres días, así que la mejor decisión fue retirarnos del lugar.

Retornando hacia Punta Salazar divisamos una bahía solitaria y decidimos quedarnos ahí,  una fuerte brisa nos acompaño el resto de la tarde y noche,  armamos campamento y nos instalamos. Esa noche el espectáculo de Luna fue épico, la claridad de la luna era tan fuerte que casi no hacía falta prender las luces del campamento,  nosotros pensando que estábamos ocultos en esa bahía y más de 10 botes pasaron y todos nos saludaban,  así que ya era seguro que todas las comunidades ya sabían dónde estábamos.




Nuevo día y nuestro rumbo era totalmente franco hacia el Oeste de la península, la idea era visitar tres puntos emblemáticos de la península. Arribamos a Punta Arenas, comunidad pesquera, con su muy conocida playa de aguas mansas y cristalinas, con el toque característicos de siempre tener muchos botes en su orilla,  si se coordina con los pobladores se puede acampar.






Después de un buen disfrute de su playa tomamos rumbo a las ruinas del  Castillo de Araya (Real Fortaleza de Santiago de Arroyo), este lugar es el más emblemático de toda la península, frente a él esta una bella playa, aguas mansas cristalinas, algo frías como es común en esta zona, como es normal en temporadas de semana Santa, es el punto preferidos por todos los turistas, muchos toldos y kioscos en la playa,  una gigantesca tarima era la encargada del ambiente musical y presentación de artistas en las noches.

 Disfrutamos de toda la tarde en ese lugar, luego recorrimos las salinas de Araya, lamentablemente no tenían el color característico cuando está en proceso de secado las lagunas, estaban en proceso de llenado nuevamente.
















 









Nos acercamos al puerto a averiguar el cruce de la chalana hacia Cumana, y como no lo imaginamos todo aquello era un caos, reventa de tickets, mafias con las autoridades y vehículos coleados, personas con más de 8 horas de espera en una cola,  personas que ya tenían más de un día de espera, todo esto empaña todo lo bueno que vivimos en nuestro recorrido a la península.

 Así que decidimos hacer un retorno nocturno hasta la ciudad de Barcelona, en este tramo se lucieron las suspensiones de los vehículos por la mala condiciones de las vías, faros auxiliares por que no existe ningún tipo de iluminación y autonomía de combustible porque todas las bombas dolarizadas están cerradas a partir de las 4pm, algo común que ya conocen muchos viajeros en nuestro país.

Nos queda un buen recuerdo de la Península de Araya, árida y muy caliente, con una extensión de tierra de casi setenta kilómetros ubicada frente a las costas de Cumaná, bordeada por un conjunto montañosos de cerros de poca altura que en el trascurrir del día van cambiando sus tonalidades  del amarillo, el magenta, el gris, el rojo y el naranja se apropian del paisaje para crear un escenario inusual de singular belleza.

Pescadores que salen a trabajar antes del amanecer, niños que juegan a navegar; vidas marcadas por el mar, la pesca, la sal, gente sencilla cuyas vidas transcurren en medio de la esperanza, la sonrisa y la palabra franca, ellos siguen su lucha para sobrevivir de la desidia de los gobernantes, pero tienen mucha fé en la nueva apertura del turismo que empieza a recorrer sus tierras nuevamente, simplemente les decimos gracias a todas las personas de buen corazón que nos recibieron.

 

100% recomendado, VISITEN LA PENSULA DE ARAYA.

 

 

AGRADECIMIENTO

@ROVERLAND          DRONE

@VZLAPORTIERRA   FOTOS

@OVERLANDIVZLA    FOTOS

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente travesía

Anónimo dijo...

excelente... deberias armar videos para youtube

Anónimo dijo...

Buena experiencia Magic.✨

Anónimo dijo...

Gracias por compartir tan maravillosa y arriesgada travesía por una pequeña parte de nuestra hermosa Venezuela 👍💪🙏❤️

Anónimo dijo...

Un viaje que lo revivo al máximo en tus relatos saludos